jueves, 27 de marzo de 2008

Venezuela un país polarizado

¿Podrá lograrse realmente una reconciliación?

Por Jenny Lynn Mendoza
jennypaty@gmail.com

En 1999, luego de la llegada a la presidencia de Venezuela de Hugo Chávez Frías, largo ha sido el camino transitado al igual que la variedad de acontecimientos ocurridos. En cierta forma, poco a poco y sin darse cuenta, la sociedad venezolana ha comenzado a separarse en dos especies de bandos denominados “chavismo” y “oposición”, causando un gran, y probablemente irremediable daño, denominado polarización, que de manera inevitable lleva a preguntar si luego de tanta destrucción, esta gran nación podrá volver a ser una y no dos.

Largos y constantes discursos políticos, promesas, ofensas y variedad de actitudes innecesarias por parte del gobierno durante su período de mandato, han sido pieza fundamental para el comienzo de esta denominada polarización, unido a esto, por supuesto, se encuentra la respuesta de esa otra parte de la sociedad que desea un futuro distinto para el país y por ende lucha constantemente para lograr su objetivo.

Cuando las dos partes realizan diferentes propuestas y observan que las mismas no se relacionan ni tienen objetivos comunes, siempre existirá un enfrentamiento, un deseo de obtener poder, y cada cual luchará para conseguir su meta. Esto, en el caso de Venezuela, un país subdesarrollado y que cuenta ya con un historial de polarización, (aunque no tan grave como el actual), es aún menos positivo, porque en vez de ayudar al crecimiento de la nación, en todos sus aspectos, la enfrenta y perjudica creando odio, rencor y recelo en la sociedad.

Es un tanto confuso escuchar al presidente Chávez hablar acerca de Socialismo, sistema de gobierno que proclama la unidad y la igualdad, y al mismo tiempo, contrariarse asegurando que la única manera de salir adelante es sólo estando de su lado apoyando su proyecto revolucionario. Está claro que en este discurso no existe libertad de ideas y de pensamiento.

La polarización enferma a las sociedades, las destruye y las lleva a caminos oscuros, tal es el caso de Colombia, nación que durante tantos años ha estado enfrentada a las FARC, trayendo como resultado muertes innecesarias y un constante miedo en esa colectividad, al igual que Cuba, que de manera muy silenciosa, y si se quiere inevitable, ha estado dividida desde que Fidel Castro tomó el mando, aunque luego de su supuesta reciente renuncia, quizás muchas cosas puedan cambiar, sólo quizás.

Pero, si de soluciones se trata, es necesario que el país entero comprenda que se debe ceder un poco para lograr un entendimiento pleno. Tanto gobierno como oposición deben dar una tregua y levantar de manera sincera una bandera de paz para intentar lograr una verdadera y sana reconciliación. Esto sólo podrá conseguirse evitando ataques innecesarios, discursos violentos y pensando de manera colectiva, no sólo individualmente, porque Venezuela es de todos, no de quien gobierna de turno, o de un determinado bando.

miércoles, 26 de marzo de 2008

¿FARC y Chávez aliados?

Por Jenny Lynn Mendoza

Sin duda alguna, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han sido una constante amenaza para esa nación. Estas fuerzas, dirigidas por un secretariado de siete miembros bajo el comando de Pedro Antonio Marín, mantienen en cautiverio a cientos de secuestrados y han ocasionado tensión y miedo en la sociedad colombiana.

Recientemente, el gobierno de Colombia entró a territorio ecuatoriano para atacar a un campamento de las FARC que se encontraba cerca de la frontera de ese país, matando al portavoz de este grupo, Raúl Reyes e hiriendo a varios integrantes. Desde ese momento, han aumentado las dudas ante la posible relación directa existente entre el presidente Hugo Chávez y las FARC, todo esto debido a supuestas pruebas que se han encontrado en la computadora personal de Reyes.

A todo esto salta una pregunta al aire ¿está actuando de manera correcta el presidente de un país apoyando a un grupo como éste, demostrándole respeto y hasta cariño? A mi parecer no está nada bien. Además, Chávez está involucrándose en los problemas de Ecuador y esto puede ocasionar más diferencias, rompimiento de relaciones y enfrentamientos innecesarios entre las naciones involucradas.

Es muy difícil que realmente Ecuador desconociera la presencia de este grupo en su territorio, y en parte, si se quiere,  Colombia actuó correctamente atacándolos, porque el presidente Álvaro Uribe tiene como principal misión en su gobierno eliminar la existencia de las FARC, y si solicitaban permiso quizás no se hubiese podido concretar el cometido.

Como recomendaciones para lograr una paz verdadera en América Latina –pero sobre todo en Colombia, Venezuela y Ecuador– es necesario alejar estos grupos destructivos que perjudican la estabilidad y tranquilidad de un país, en este caso Colombia, también es fundamental aumentar la comunicación, la tolerancia y el respeto entre estos países, entendiendo que cada cual tiene su soberanía y que se debe aceptar y comprender las necesidades, misiones y planes de cada una, siempre y cuando, por supuesto, no interfieran ni afecten el bienestar de las naciones en cuestión.