domingo, 6 de abril de 2008

Lo que está en la olla

Por Jenny Lynn Mendoza
jennypaty@gmail.com

Esta semana ha transcurrido con varios temas un tanto picantes. Tengo que irremediablemente comenzar hablando del caso del ex fiscal Danilo Anderson, porque la diatriba pica y se extiende. Aunque en momentos parece acercarse la respuesta de quién mató a Danilo, vuelve a ensalzarse la cuestión y regresamos al inicio de todo.

Por una parte, Morly Uzcátegui, abogado defensor de Giovanny Vásquez, declaró que su representado "quiere aclarar los hechos del caso", y dijo también que de no recibirlos la fiscal, Luisa Ortega Díaz, en los próximos días contarán la verdad desde una embajada fuera del país; por otro lado, Fernando Moreno Palmar, contra quien se dictó en 2005 detención judicial preventiva como cooperador inmediato del delito de homicidio contra Anderson, negó que conociera a Patricia Poleo ni al General Jaime Escalante, es decir que asegura fue “involucrado” en el caso.

En definitiva, a mí hay algo que todavía no me cuadra y estoy segura de que ustedes pensarán lo mismo, y es el hecho de ¿por qué a Isaías Rodríguez lo nombraron tan rápido suplente de la presidente del TSJ? Ahora para acusarlo de cualquier cosa hay que empezar por hacerle un antejuicio de mérito y entonces todo se sigue retrasando; por cierto, los hermanos Guevara piensan demandarlo porque aseguran no haber puesto ninguna bomba. Más verdura para esta sopa. Es necesario hacerle seguimiento a este caso los próximos días, de seguro serán claves para atar cabos.

Mientras tanto, la crisis entre Venezuela, Colombia y Ecuador se calienta cada vez más. Venezuela devolverá las pruebas a Colombia a través de las cuales se acusa a Chávez de tener relación directa con las FARC. Nuevamente, según Maduro y el propio Chávez, todo es culpa del Imperio, de Bush, un invento para desestabilizar la paz en el país, etc. Pero toda posible relación con el caso ha salido a relucir debido a alguna causa. Venezuela se refiere a las FARC de manera muy cordial, y es notoria, por lo menos, su simpatía hacia la misma, muy bien sabemos que no es correcto que un Presidente apoye este tipo de grupos que tanto daño le han hecho a países como Colombia, al contrario, hay que unirse para combatirlos, eso sí lo hubiese querido Bolívar.

Por último, el caldo sigue hirviendo con lo de la reforma curricular planteada por el presidente Chávez, su hermano Adán y Aristóbulo Istúriz. La misma plantea potenciar la identidad nacional y los valores del venezolanismo, y supuestamente le permitirá a los alumnos aprender a crear, aprender a convivir y participar, a valorar lo bueno y lo malo y aprender a reflexionar. Yo particularmente considero que éste no es más si no un instrumento ideologizante y hasta inconstitucional que por cierto, iban a implementarlo este año pero Chávez quiere evitarse malos ratos por lo de las elecciones regionales que se avecinan, así que lo dejará para el año entrante.

Muchos carros ya andan pintados por allí en contra de la norma. Nuevamente hay que decir, ya veremos qué pasará pero nada bueno se avecina. Próximamente más caldo para la olla.

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